miércoles, 13 de abril de 2011

eL regalo


Miro mi escritorio y ahí está la sonrisa de cada mañana, mi rosa. Al final ser caritativa con un pobre vagabundo ha tenido una bonita recompensa, que mono.
¿Quíen será ese vagabundo? es muy joven y en sus ojos hay demasiada vida para estar en un la calle, pobrecito, ¿por qué estará allí? Tengo mil dudas sobre él, y en el fondo que más me da su vida, es solo un vagabundo simpático que me regalo una bonita rosa, pero porque se fue corriendo como alma que lleva al diablo y ni un simple hola, solo una mirada llena de timidez y gratitud, menuda forma más loca tienen de ligar los vagabundos.
Me rio mirandome al espejo mientras pienso en el,¿y por qué pienso en él? no paro de hacerlo y me da miedo, yo ya tengo mi vida mis sueños y el nunca podrá darme algo mejor, algo más bonito pero para que mentir me hace sonreir y preguntarme quien es él, algo ya ha conseguido. Me vuelvo a mirar al espejo y me veo sonriendo como una adolescente que recibe un mensaje de amor, me quedo quieta mirandome fijandome en la dulce comisura de mis labios. Y por que no me digo y salgo corriendo.
Corro por las calles de Madrid y ya ni se que hago, solo busco algo, algo que le pueda gustar, algo que le haga sonreir como a mi, pero que se le regala a un vagabundo, dinero no, comida se reira de mi y tampoco quiero. Algo que le de vida, que se levante y sonria cada mañana, ya lo tengo...
Vuelvo a correr por Madrid pero esta vez con rumbo fijo, con una sonrisa como estampa de mi vida, llego , busco y lo veo, aquí está, lo cojo y vuelvo a correr. La gente se aparta y algunos gritan loca ten cuidado a donde vas, grito gracias y sigo corriendo hasta mi destino,Callao.
Ya estoy aquí y no se porque no paro de temblar, y si hoy no está aquí  y si en realidad lo he visto de casualidad. No puede ser tiene que venir yo estoy aquí  y si dos personas se quieren ver se ven, pero si el no me quiere ver y solo quiso ser simpático. Dudo y paso miedo, quiero verle  pero no se si puedo verle, me siento en el muro donde le solía ver con la mirada fija en el suelo, como avergonzado de sus actos. Pasan los segundos, los minutos y  las horas, y nada hoy no es mi día. Se encienden las farolas y le veo caminar desde lejos, con ropa nueva y sin estar sucio, parece otra persona otro mundo, así me gusta más sonrio corro hacia él.
Interrumpo su camino le miro y le doy su regalo, se queda perplejo con la mirada fija en mis ojos, tuerce la cabeza levemente y me sonrie. Le beso en la mejilla y le digo gracias por todas las sonrisas de cada mañana, y sin pensarlo vuelvo a correr sin saber porque, no miro hacia tras solo me quedo con el calor de mis labios en su cara. Le he visto y he sonreido

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